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AMAT: movimiento consciente, expresión libre y menos tensión en el día a día

Ainhoa Miranda y Andreas Mehringer

AMAT

¿Y si el cuerpo pudiera moverse con menos esfuerzo? ¿Y si la tensión no fuera necesaria para rendir mejor?

Eso es lo que propone la Técnica Alexander: una práctica que ayuda a soltar automatismos corporales innecesarios y recuperar un movimiento más libre, eficiente y consciente.

Es un enfoque ampliamente reconocido en el mundo artístico: músicos, actores, bailarines…pero también útil para cualquier persona que sufra estrés físico, dolor al hablar en público, problemas posturales o simplemente quiera moverse con más equilibrio.


Ese es el núcleo del proyecto AMAT, fundado por Ainhoa Miranda y Andreas Mehringer, pareja de músicos y profesores certificados en Técnica Alexander, con una larga trayectoria entre Alemania, Holanda y España.

“Volvimos a Vitoria con la idea de compartir todo lo aprendido fuera y crear aquí un espacio para enseñar la Técnica Alexander desde el cuerpo, la consciencia y el bienestar.” 


En Julio del 2024 regresaron a Gasteiz con ese propósito claro: abrir una nueva etapa de AMAT, esta vez más centrada en el ámbito local.

Ofrecen clases individuales y grupales, formaciones específicas y talleres adaptados a todo tipo de perfiles. Porque aunque la Técnica Alexander es muy conocida en el ámbito escénico, sus beneficios son universales.

“Ayudamos a las personas a desprenderse de lo innecesario, tanto física como mentalmente. A moverse, actuar y vivir con más libertad.”


Uno de los mayores retos ha sido dar a conocer la técnica.

No porque no funcione, sino porque es difícil de explicar con palabras. Se entiende cuando se experimenta. Y lograr esa primera clase, ese primer contacto real, ha sido siempre el paso más difícil.

“A veces, palabras como ‘clase’ no despiertan interés. Pero cuando lo prueban, se dan cuenta del cambio.”



En esa etapa de impulso local, Ainhoa y Andreas decidieron buscar nuevos entornos. No solo para difundir lo que hacían, sino para ponerse a prueba.

Ainhoa quería salir de su zona de confort y verse en contextos donde nadie conocía su técnica, su historia ni su proyecto. Entornos reales donde aprender a presentarse, a comunicar con claridad y a validar que lo que hacían tenía sentido también fuera del mundo artístico.


Fue así como conocieron Innobide, a través de un programa del Ayuntamiento para personas emprendedoras.

Gracias a esa formación, accedieron a horas de asesoramiento gratuito, donde pudieron trabajar en profundidad la manera de trasladar su propuesta a públicos más amplios. Destacan especialmente el trabajo con Aroa García:

“Aroa me dio ideas, confianza y otra perspectiva. Me ayudó a poner en palabras lo que para mí es muy claro internamente, pero cuesta explicar en otros contextos.”


Hoy, AMAT sigue creciendo en Vitoria-Gasteiz.

Y desde Innobide, encantados de haber estado cerca en este nuevo capítulo.


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