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Financiación alternativa / Gestión de boards - Asier Rufino - 16102025

Descripción general: El emprendimiento deep tech combina el desarrollo de tecnologías disruptivas con una gestión estratégica orientada a transformar la ciencia en impacto económico y social. Este modelo requiere estructuras de gobernanza sólidas que acompañen la complejidad tecnológica y garanticen la sostenibilidad de las empresas en fases tempranas. La sesión profundizó en cómo los consejos de administración pueden convertirse en un soporte clave para la profesionalización de las startups, aportando visión, credibilidad y capacidad de decisión en contextos de alta incertidumbre. Además, se abordó el papel del liderazgo en este tipo de organizaciones, caracterizado por la creación de cultura, la gestión eficiente de recursos y la capacidad para atraer talento e inversión en entornos de riesgo tecnológico elevado. Como principales temáticas abordadas:
  • El modelo de venture building permite conectar tecnología disruptiva, equipos emprendedores y capital inteligente, superando el “valle de la muerte” que separa la investigación de la viabilidad de mercado. A través de este enfoque se han creado más de 25 spin-offs con una valoración superior a 266 millones de euros y más de 250 empleos de alta cualificación, demostrando la capacidad del deep tech para generar impacto económico y social.

  • El liderazgo en este tipo de empresas requiere construir desde cero el perímetro de gestión, la cultura y el posicionamiento, sin el respaldo de una estructura corporativa previa. Las decisiones estratégicas deben priorizar el flujo de caja sobre los beneficios contables, optimizar recursos limitados y resolver problemas inéditos de forma continua. La gestión del talento se convierte en un factor crítico: atraer y retener profesionales en entornos de alta incertidumbre exige una cultura sólida, coherente y motivadora.

  • La gobernanza es un elemento esencial del éxito. Un consejo de administración eficaz debe aportar visión estratégica, garantizar el cumplimiento normativo y actuar como soporte a la dirección sin interferir en la gestión operativa. Se recomienda mantener un tamaño reducido y complementario (entre cinco y nueve miembros), separar las funciones de presidencia y dirección ejecutiva, y contar con un secretario profesional que asegure la correcta documentación y seguimiento de acuerdos. Las reuniones deben celebrarse de forma periódica, centradas en el control financiero, el avance de los hitos tecnológicos y comerciales, la gestión del riesgo y la revisión de la estrategia.

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